Se llama, técnicamente, Nelumbo nucifera, aunque es más conocida como loto. Y los lotos son muchas cosas al mismo tiempo. Como se ve en la foto de arriba, se trata de una planta que impresiona. Doy fe –porque los cultivo, con más humilidad, en casa– de que sus hojas son así de enormes, y que sus rizomas se reproducen prolíficos e incontenibles. Para el budismo y el hinduismo los lotos son sagrados, y sus grandes y bellísimas flores que duran como mucho tres días son razón suficiente para que se los considere como símbolos de la espiritualidad. Los lotos son asimismo comestibles, en especial sus rizomas, pero también su semillas, sus tallos y sus hojas. Sus semillas, además, están tan bien blindadas que figuran entre las más longevas que se hayan registrado. En 1996, una semilla de loto descubierta en el fondo de un lago seco en China germinó luego de 1300 años.