En el último sábado de la Feria, la Rural estuvo desbordada de público desde antes de las 13, cuando se abrieron las puertas. Hubo gente por todos lados: en los stands, en largas filas que doblaban por los pasillos de los pabellones, afuera del “firmódromo” y en las salas grandes, medianas y pequeñas.

A las 17.30 coincidieron presentaciones de personalidades muy convocantes como Eduardo Sacheri y José Luis Espert y los fans del autor de La pregunta de sus ojos y del economista liberal se cruzaban con quienes esperaban para escuchar a Darío Sztajnszrajber, que llenó la misma sala que Espert (la José Hernández, con capacidad para mil personas sentadas) a partir de las 19 para presentar su nuevo libro El amor es imposible. Ya había caído el sol cuando las miles de jóvenes lectoras de la best seller española Joana Marcús seguían esperando su turno para la firma y la foto con su ídola, que agustó estoica durante seis horas. Fue una jornada de asistencia perfecta y propuestas para todos los gustos.

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Cuando Marcús partió hacia el “firmódromo” (al mismo tiempo que Benjamín Vicuña se ubicaba en el otro gran espacio reservado para los autógrafos), en el hall de la sala Hernández ya había gente esperando para la presentación del libro de Espert, La Argentina deseada. En diálogo con Luis Novaresio, el economista anunció hacia el final de la charla lo que todos sus seguidores esperaban desde el inicio: que será precandidato a presidente por Juntos por el Cambio. Hubo aplausos y ovaciones.

Novaresio presentó a Espert “como un amigo” y le preguntó por los tres ejes de su plataforma política, que desarrolla en el libro: qué hacer con la inflación, cómo encaminar la economía del país y cómo combatir la inseguridad. “Si gobernás con sentido común hay grandes posibilidades. En la Argentina plantás una semilla y siempre prende. Eso pasó con el liberalismo”, dijo. Y remarcó: “Con sentido común, en treinta años, la Argentina será un país diferente”.

Los políticos en la Feria del Libro: una vidriera en época electoral

Como despedida, Novaresio le pidió que se dirigiera al público. Y Espert eligió hablar de la democracia: “Pronto se van a cumplir cuarenta años de la recuperación de la democracia que significa un gran desafío para los políticos y para la gente. Para los políticos porque tienen que pensar en la gente y ser un servidor del pueblo; para la gente, porque deben dejar de votar por el mal menor: tienen que enaltecer el voto, votar con la cabeza y no con los pies”, remató y la sala estalló con vivas y aplausos.

Mientras tanto, en salas más pequeñas pero también repletas, Sacheri presentaba su libro Los días de la Revolución (1806-1820) junto con la historiadora Camila Perochena y Florencia Canale dialogaba con el periodista Nicolás Artusi sobre la protagonista de su exitosa novela Bastarda, Manuela Sáenz, “amante de Simón Bolívar” y “una adelantada”. “Hizo cosas que no debía como ser espía en Lima, ir a la guerra, usar uniforme de varón. Lamentablemente, tuvo un triste final, ya que murió sola en la pobreza”, dijo la autora.

A la misma hora, en la Sala Ernesto Sábato, Guillermo Martínez y Daniel Mecca conversaban sobre la edición conmemorativa del libro Acerca de Roderer, que Martínez publicó hace treinta años.

Al cierre de esta edición, el fervor en la Feria continuaba con actividades en todos los stands (en algunos provinciales, en el Pabellón Ocre, hubo música y baile) y más gente circulando por todos los rincones. A las 20.30 empezó la última jornada del ciclo en homenaje al centenario de Fervor de Buenos Aires, de Jorge Luis Borges, con una charla entre Juan Cruz Ruiz y Valerie Miles, moderada por Alejandro Vaccaro, presidente de la Fundación El Libro y biógrafo del gran poeta nacional.

También hoy, el actor Peter Lanzani conversó con el exfiscal Luis Moreno Ocampo sobre la interpretación del joven en la exitosa película Argentina, 1985. La sala estaba colmada de chicas.