James Cameron y su pasión por los océanos: rompió un récord al llegar a lo más profundo del planeta
La reciente tragedia del sumergible Titán, en el que fallecieron sus cinco tripulantes que pagaron por la expedición para visitar los restos del Titanic, pusieron en el foco de atención las misi...
La reciente tragedia del sumergible Titán, en el que fallecieron sus cinco tripulantes que pagaron por la expedición para visitar los restos del Titanic, pusieron en el foco de atención las misiones marítimas que buscan explorar las desconocidas profundidades. Y es el director James Cameron un referente al respecto, quien además de realizar 33 veces la exploración alrededor del transatlántico británico fue quien llegó al punto más profundo del planeta.
Desde 1912, el gigante trasatlántico al que llamaron Titanic se encuentra en las profundidades del océano - entre Estados Unidos y Canadá- luego que en su viaje inaugural sufriera una accidente que lo llevó a un naufragio y posterior hundimiento. La historia se popularizó con la película bajo su nombre con la dirección de James Cameron, en la que la ficción se combina con el relato verídico y continúa siendo un éxito desde su estreno en 1997.
Los secretos del océano ya eran un tema de gran interés para el ovacionado director, quien en marzo de 2012 rompió un complicado récord al sumergirse en la fosa de las Marianas a 10898,4 metros de profundidad y se convirtió en el primero en hacerlo en solitario y estar tres horas explorando el lugar. En ese entonces, se registró como el cuarto viaje de esas características.
El sumergible Deepsea Challenger fue el elegido por el director para llevar a cabo la misión. Se trata de un transporte de 7.3 metros fabricado específicamente para este viaje y con el que tardó dos horas en llegar al punto objetivo. Fueron siete años de inversión de tiempo y dinero para concluir el viaje. Toda la exploración quedó documentada en la producción Desafío en las profundidades, por supuesto bajo la dirección de Cameron, quien también cumplió con el rol de narrador y camarógrafo.
En su relato sobre el viaje, James indicó que su sumergible en 35 minutos superó la distancia a la que se encuentra sumergido el transatlántico. “Me pareció que el Titanic se hallaba a una profundidad inconcebible y que descender hasta él era una aventura tan asombrosa como viajar a la Luna. Ahora, al dejar atrás esa profundidad, hago un gesto desenfadado con la mano”, relató.
Varios expertos habían advertido sobre los “enormes riesgos” para los pasajeros del sumergible
Asimismo, en aquel entonces no descartó la posibilidad de un accidente acuático, tal como sucedió recientemente con Titán. “Si el casco del Deepsea Challenger no resiste, ni me enteraré. Será un fundido en negro. Pero esto no sucederá. Para algo invertimos tres años en diseñar, forjar y mecanizar esta esfera de acero”, expresó en aquel entonces en su registro.
La pasión por las profundidades lo llevó a realizar 33 exitosos viajes de exploración, muchos de ellos destinados a rodear los restos del Titanic. En solo uno de ellos vivió una preocupante situación al quedar atrapado en el mar por 19 horas, debido a una corriente marítima que no permitía avanzar la embarcación; sin embargo, no el susto no fue una barrera para continuar con avanzando en sus conocimientos a través de estos recorridos.
Por supuesto, que sus conocimientos son expuestos en diversas producciones que direccionó, como Una expedición de James Cameron: El acorazado Bismark (2002), Misterios del Titanic (2003) y Misterios del océano (2005). Además, contrario a la creencia popular, reveló en diálogo con Playboy, que fue su pasión por las profundidades, lo que lo llevó a hacer el film sobre el trasatlántico: “Hice Titanic porque quería bucear entre los restos del naufragio, no porque quisiera hacer la película”.