Un golpazo que agrava la debilidad y la falta de conducción
La disparada de la inflación de abril es ya un dato viejo para una Argentina cuyos precios cambian casi por semana, pero tendrá seguramente efectos sobre lo inmediato. La primera señal de alarma...
La disparada de la inflación de abril es ya un dato viejo para una Argentina cuyos precios cambian casi por semana, pero tendrá seguramente efectos sobre lo inmediato. La primera señal de alarma debería ser el dólar: con el IPC en 8,4%, la tasa de interés vuelve a ser negativa (7,5% mensual), es decir, poco alentadora para que un ahorrista elija quedarse con los pesos. Y la otra consecuencia se percibe ya en el ánimo del peronismo, cada vez menos convencido de la candidatura de Massa y más interesado en saber qué resuelve al respecto Cristina Kirchner. ¿O ella aceptará revisar su decisión de no competir?
Serán temas de conversación hoy, en La Matanza, durante el Congreso del PJ que tiene a Máximo Kirchner como último orador. El diputado viene insistiendo hace varios meses con la postulación de Axel Kicillof, el dirigente que mejor replica el voto de la vicepresidenta, pero hay quienes advierten que ya no se resiste tanto a la posibilidad de una primaria en que la que compitan varios, incluido Daniel Scioli, enemistado desde hace tiempo con el kirchnerismo.
La aceleración de los precios trastocó varios aspectos dentro del Frente de Todos. Por lo pronto, el humor de Matías Tombolini, que admite ante interlocutores de confianza estar sintiendo desde hace días la presión del Instituto Patria y La Cámpora. ¿Le pedirán nuevos congelamientos? Es posible. La Secretaría de Comercio, una dependencia pensada en todo el mundo para facilitar el intercambio de mercancías, parece en la Argentina haber sido creada para impedirlo. Es lo que pasa cuando se confunde causa con efecto. Cristina Kirchner, por ejemplo, dijo en su última aparición pública que es el aumento del dólar lo que provoca la inflación, y no a la inversa. Esa misma lógica explica la obsesión por las góndolas.
El rebrote es generalizado, pero hay sectores más visibles que otros. Los productores de azúcar ya trasladaron a los supermercados alzas que superan en 30 puntos la pauta de Precios Cuidados. ¿Será el valor final o intervendrá el Poder Ejecutivo? Seguir lo acordado hasta ahora, 3,2% mensual, agravará el desabastecimiento. Hay cadenas que dicen tener stock para 5 o 6 días.
El número del Indec abre además un interrogante sobre la relación entre el ministro de Economía y el Presidente. Alberto Fernández venía exponiendo algunas de sus objeciones al plan económico de manera sutil o a través de terceros como Antonio Aracre, el asesor que renunció, pero pareció ayer avanzar otro paso en público cuando, hablando con Gustavo Silvestre sobre el problema de la inflación, casi que dio por perdido el combate. “Sergio lo ha intentado, en algún momento funcionó, y en otro, no”, dijo.
A Massa se le hará difícil un camino electoral sin logros que mostrar. Un problema que no tiene Scioli, cuya postulación cuenta además con el aval de los funcionarios de la provincia de Buenos Aires por obvias razones: Kicillof necesita que alguien lo libere del compromiso de ser él quien encabece la fórmula nacional. “Hay que ver qué quiere hacer ella”, dijeron cerca del embajador en Brasil, que pasó el martes por la cámara de comercio norteamericana en la Argentina (AmCham) con la propuesta de que el oficialismo defina la candidatura en una primaria, exactamente lo opuesto a lo que dijo Massa.
La ausencia de candidato expone antes que nada la debilidad del peronismo, ya afectado por lo que algunos dirigentes empiezan a definir internamente en peores términos: falta absoluta de conducción. El ejemplo más cabal de esta carencia es lo que acaba de pasar con las frustradas aventuras electorales de Manzur y Uñac. ¿Nadie en el partido había podido anticipar que corrían riesgo de sucumbir? “Le dijimos en todos los idiomas que no podía ser candidato”, se quejó Gioja sobre Uñac. Néstor Kirchner ya lo había hecho en 2006 con Eduardo Fellner y Felipe Solá: al advertir que Carlos Rovira perdía en Misiones con el obispo Joaquín Pigna después de haber reformado la Constitución, obligó a ambos a abortar sus proyectos reeleccionistas en Jujuy y en la provincia de Buenos Aires.
Pero a todos se les pasó esta vez. Hasta el martes al mediodía, cuando se enteró del fallo que le impedía competir, Manzur tenía casi todo pensado. No bien ganara la provincia escoltando a Osvaldo Jaldo, triunfo que le permitiría volver a ser un dirigente con territorio, guardaría bajo perfil durante una semanas para no quedar identificado con el gobierno nacional y, antes del 30 de junio, anunciaría su candidatura a la presidencia de la Nación. Decía incluso contar al respecto con los respaldos de los gobernadores de Catamarca, La Rioja, Salta, San Juan, Santiago del Estero, Misiones, Chaco y Formosa para una fórmula federal a la que pensaba invitar a Verónica Magario, a quien conoce bien desde su paso por La Matanza en tiempos de Alberto Balestrini y la compañera ideal para sumarle votos en la provincia de Buenos Aires. “La Matanza es su casa”, dicen cerca del exjefe de Gabinete.
Por eso el fallo sorprendió a todos. Entre ellos a Massa, que almorzaba en ese momento en la sede de la Organización de Estados Iberoamericanos con sindicalistas y empresarios. Estaban Héctor Daer, Gerardo Martínez, José Luis Lingeri, Jorge Brito, Marcelo Figueiras, Javier Madanes Quinanilla, Martín Eurnekian, Martín Cabrales, Pablo González, José Urutubey y alguien que reaparecía en esos encuentros y se retiró antes de la foto, Sebastián Eskenazi. El ministro trazó ahí para la Argentina un panorama positivo que incluye la finalización del gasoducto Néstor Kirchner y que, dijo, no está exento de inconvenientes coyunturales. “Aplaudieron todos”, celebró alguien que lo acompañaba.
Horas después, en la reunión de la AmCham, también recibió respaldo del establishment. “¿Hay algo que no quieras que te pregunten?”, le dijo en el VIP, antes de salir Facundo Gómez Minujín, presidente del J.P. Morgan y la entidad, que de todos modos había sido duro en su diagnóstico en la apertura. “Pregunten lo que quieran”, alentó Massa. “Soy un técnico, dejé la política hace 9 meses”, se presentó en el escenario. Sorpresas del gobierno de científicos. Pero al técnico le faltan todavía resultados. “Cuando metés en cana al arbolito es que se fue todo al carajo”, dijo un empresario al que tampoco convence el método.
Será en realidad el desafío de cualquier candidato oficial. El politólogo Gustavo Marangoni evaluaba días atrás que, en las actuales circunstancias, al peronismo no le quedaría otra alternativa que intentar reforzar la identidad casi sin mensaje. “El eslogan debería ser futbolístico: ‘Aunque ganes o pierdas…’”, dijo.
Por eso vuelven las miradas sobre el kirchnerismo, especialista en épicas sin reparar tanto en los hechos. El fallo de la Corte, por ejemplo, convenció a unos cuantos de insistir sobre la “proscripción” de la “jefa”. El acto del 25 de mayo, que se estaba disipando porque Cristina Kirchner no confirmaba asistencia, volvió a ser relevante al menos para quienes se reunieron el martes con Mario Secco en Ensenada. “Vamos a seguir pidiendo por Cristina”, dijo alguien de ese grupo. Pero la conductora tampoco levanta la cabeza y eso también desconcierta. Dady Brieva lo definió en radio El Destape, casi en un rapto de desesperación: “Ella no puede hacerme esto”.