Virginia Lago, de la suegra malvada de ADDA a la conmovedora abuela de Plaza de Mayo de ATAV 2
Los culebrones fueron la base del éxito de las ficciones nacionales que alimentaron por años a la televisión abierta. Las novelas del mediodía, de la tarde e incluso muchas dentro del prime tim...
Los culebrones fueron la base del éxito de las ficciones nacionales que alimentaron por años a la televisión abierta. Las novelas del mediodía, de la tarde e incluso muchas dentro del prime time nutrían al público de heroínas en busca de su amado y de grandes villanos que se interponían en su camino. Pandemia mediante y sumada la crisis de la televisión prácticamente desaparecieron las tiras de la pantalla chica.
Atrás quedaron esas historias de amor que la audiencia disfrutaba cotidianamente y esos personajes malvados que nos hacían sufrir. Estas ficciones cosecharon altos índices de audiencia y provocaron un fanatismo en el público, que hoy las extraña.
Virginia Lago, actriz de vasta trayectoria en televisión y teatro, fue parte del éxito de 2017 Amar después de amar (ADDA) y hoy, encarna a Luisa, la abuela de Plaza de Mayo que busca desesperadamente a su nieta en la segunda parte de Argentina, tierra de amor y venganza (ATAV 2). La actriz que comenzó su carrera televisiva en La familia Falcón en 1962, fue parte de recordados ciclos como Alta Comedia, Mujercitas, Montecristo y Mujeres de nadie. En estos dos últimos trabajos en la pantalla chica, pudo expresar las dos caras de un personaje: despertar el odio con la villana de ADDA y conmover en ATAV 2.
Fría y manipuladoraAmar después de amar contaba la historia de una pareja de amantes que sufre un accidente, él queda en coma y ella desaparece. En el pasado, se muestra cómo ambos se conocieron a espaldas de sus cónyuges. Myriam Kohen de Kaplan es la madre de Damián Kaplan (Federico Amador), uno de los protagonistas. Viuda joven, se aferró a su único hijo en forma enfermiza, al punto de no resignarse a haberlo perdido en manos de su nuera, Raquel (Isabel Macedo). El único consuelo en su vida, es él, ni sus dos nietos le generan sentimientos amorosos, por el contrario, es una abuela fría y manipuladora.
Su difunto marido, Elías Kaplan, fue el fundador de la empresa pesquera Neptuno, hoy un imperio que controlan Damián, su primo hermano Andrés Kaplan y la propia Myriam. La mujer considera que su nuera es una cazafortunas y no la siente parte de la familia.
En esta producción, Lago encarnó a la típica villana de telenovela que no ahorra insultos, cachetazos y berrinches dentro de la trama. “Myriam fue un extraordinario trabajo, escrito como los dioses, me encantó hacerlo. Hablé muchos con los autores y el director para componerlo. Fue de una gran riqueza porque los actores amamos a los personajes que hacemos, así sean malísimos. Uno siempre le encuentra un lado humano porque los malos también lo son”, señaló la actriz a LA NACION.
“Myriam tenía motivos para ser de una determinada manera, no era porque sí. Todos venimos al mundo y la educación, las vivencias, el entorno nos van modificando. La vida nos trae conflictos como al personaje de ADDA, una mujer con muchos problemas porque quedó viuda muy joven y tenían una relación casi de obsesión con su hijo. Es alguien que está muy sola. Trabajando con Federico Amador, siempre me recuerda una de las escenas en las que estaba en coma y yo tenía un monólogo larguísimo y sin poder moverse se emocionó y lloraba y lloraba”, recordó la actriz sobre algunos momentos de la novela que se hicieron actualmente populares en TikTok.
La otra caraLa otra cara de Virgina se puede ver todas las noches en la segunda parte de ATAV, la novela de Polka que despertó mucho debate porque relata las consecuencias de los años más oscuros de la Argentina. Luisa, el personaje de Lago, recuerda la incansable lucha que, hasta el día de hoy, llevan las madres y abuelas de Plaza de Mayo en la búsqueda de la verdad, la memoria y la justicia. En este caso, la mujer sabe que a su hija la secuestraron los militares embarazada y mantiene la esperanza de encontrar a su nieta. Como suele suceder en este tipo de tramas, lo que Luisa no sabe es que la pequeña está mucho más cerca de lo que ella cree.
“El de ATAV es un personaje que adoro. Cuando me lo ofreció Adrián Suar me emocioné enormemente porque Luisa es una mujer activa en la búsqueda de su nieta. Aunque sabe que su hija está muerta, siempre le queda la esperanza de encontrarla. Yo viví esa época y la padecí profundamente, me parece muy bien que se toque ese tema en una novela”, dijo a LA NACION.
Y reflexionó: “Hay mucha gente a la que le choca ver este tipo de historias, al igual que la historia de la pareja homosexual, son temas que, a veces, no se quieren ver. Hay un elenco de actores muy jóvenes y talentosos en ATAV con los que fue un gusto compartir escenas”. Es imposible no emocionarse con su personaje que cuenta parte de la historia más oscura de nuestro país. “Yo conozco a muchas abuelas de Plaza de Mayo con las que me siento identificada porque es una búsqueda esperanzadora que la mantiene en pie”, aseveró.
Hasta el día de hoy, Lago es recordada también por las presentaciones que hacía en el ciclo Historias del corazón, de Telefe. Sus copetes se viralizaron en redes sociales y para los más jóvenes, la actriz se convirtió en la señora del tecito de la tarde que se dedicaba a presentar novelas extranjeras, tras haber protagonizados en ese mismo horario grandes éxitos en todos los canales. Paradojas de la tele de hoy.